Qué deben saber tus pacientes (y por qué deberías explicárselo tú)
Una clínica dental no solo es un espacio de salud. Es también un entorno de confianza. Y esa confianza se construye, entre otras cosas, respetando y haciendo valer los derechos de los pacientes.
Muchas veces, estos derechos se dan por sentados. O se ignoran, no por mala fe, sino por desconocimiento.
Pero en un contexto como el actual, con pacientes cada vez más informados, exigentes y dispuestos a reclamar, no basta con "hacerlo bien". También hay que hacerlo claro.
En este artículo te contamos cuáles son los principales derechos de cualquier paciente en una clínica dental, cómo garantizarlos en tu práctica diaria y por qué explicarlos de forma transparente es una ventaja, no una carga.
¿Por qué es importante hablar de derechos del paciente?
Porque cada vez más pacientes:
- Investigan antes de ir a una clínica.
- Piden información precisa y escrita.
- Comparan opciones y presupuestos.
- Reclaman si algo no se ajusta a lo prometido.
Y porque cada vez más clínicas quieren diferenciarse por ofrecer una experiencia ética, transparente y humana.
Además, cumplir con estos derechos no es opcional. Está regulado por leyes como:
- La Ley 41/2002 básica reguladora de la autonomía del paciente.
- El Reglamento Europeo de Protección de Datos (RGPD).
- Las normativas autonómicas en materia sanitaria.
6 Principales derechos del paciente en una clínica dental
1. Derecho a la información clara, suficiente y comprensible
Todo paciente tiene derecho a saber:
- Qué diagnóstico tiene.
- Qué tratamiento se le propone.
- Qué alternativas existen.
- Qué riesgos implica cada opción.
- Cuánto costará y en qué plazos.
Y todo ello debe explicarse en un lenguaje que entienda, sin tecnicismos innecesarios ni ambigüedades.
Cómo garantizarlo:
- Usar fichas visuales o apoyos gráficos.
- Evitar términos clínicos sin explicación.
- Dejar tiempo para preguntas.
- Entregar presupuestos detallados y por escrito.
2. Derecho al consentimiento informado
Ningún tratamiento debe realizarse sin el consentimiento libre y voluntario del paciente, tras haber sido debidamente informado.
Este consentimiento debe:
- Estar por escrito en tratamientos invasivos o de riesgo.
- Estar firmado por el paciente o su representante legal.
- Ir acompañado de una explicación real, no solo un papel.
Cómo garantizarlo:
- Tener plantillas claras, adaptadas a cada tratamiento.
- Explicar siempre en consulta qué implica firmar ese consentimiento.
- Archivar la firma de forma segura y trazable (digital o física).
3. Derecho a la intimidad y confidencialidad
Los datos clínicos del paciente deben mantenerse bajo estricta confidencialidad, y solo pueden ser accesibles para el personal autorizado.
Esto incluye:
- Historias clínicas.
- Fotografías o imágenes radiográficas.
- Información económica o de contacto.
Cómo garantizarlo:
- Usar un software para dentistas que cumpla con RGPD (como Akeito).
- Restringir accesos a personal autorizado.
- No dejar pantallas ni historiales a la vista.
- No comentar casos clínicos en espacios comunes.
4. Derecho a acceder a su historial clínico
El paciente puede solicitar y recibir su historial clínico completo, sin tener que justificar el motivo. También puede pedir una copia o el traslado a otro centro.
Cómo garantizarlo:
- Establecer un procedimiento interno para gestionar solicitudes.
- Entregar la documentación en formato claro y estructurado.
- Respetar los plazos legales (máximo 1 mes desde la solicitud).
- Registrar quién accede, cuándo y con qué fin.
5. Derecho a elegir libremente su clínica y su profesional
El paciente puede decidir a qué clínica acudir, a qué profesional desea consultar (si hay más de uno) y puede abandonar el tratamiento si lo considera oportuno.
Este derecho también incluye la posibilidad de recibir una segunda opinión, tanto dentro como fuera del centro.
Cómo garantizarlo:
- No ejercer presión para cerrar tratamientos.
- Informar con normalidad si solicita su historial.
- Fomentar la transparencia como herramienta de fidelización.
6. Derecho a recibir un trato digno y respetuoso
Parece obvio, pero no siempre se cumple: el paciente tiene derecho a ser tratado con respeto, sin discriminación y con atención adecuada a su situación personal, emocional o económica.
Cómo garantizarlo:
- Formar al equipo en comunicación empática.
- Evitar juicios, gestos o comentarios inapropiados.
- Atender también la dimensión emocional del paciente, no solo la técnica.
¿Y qué ocurre si no se respetan estos derechos?
Las consecuencias pueden ser:
- Reclamaciones formales ante Sanidad.
- Demandas por mala praxis o negligencia.
- Sanciones por incumplimiento de protección de datos.
- Pérdida de reputación en reseñas, redes y en el entorno local.
- Mal ambiente en la clínica y desconfianza del equipo.
Prevenir todo esto cuesta menos que gestionarlo después.
¿Por qué informar proactivamente a tus pacientes es una ventaja?
Porque los pacientes valoran mucho más a las clínicas que:
- Explican lo que van a hacer antes de hacerlo.
- Entregan presupuestos por escrito sin que se lo pidan.
- Les permiten opinar, preguntar y participar en las decisiones.
- No esconden lo legal, sino que lo comunican como parte del servicio.
Esto genera confianza, reduce cancelaciones y mejora la tasa de aceptación de presupuestos.
Además, te protege legalmente. Y ayuda a que todo el equipo actúe con criterios claros.
¿Cómo puede ayudarte un software como Akeito?
Un buen software de gestión dental también te ayuda a respetar y organizar estos derechos:
- Consentimientos digitales firmados desde cualquier dispositivo.
- Acceso restringido por perfil a cada módulo del sistema.
- Historial clínico ordenado, seguro y exportable en segundos.
- Trazabilidad completa de citas, pagos, comunicaciones y tratamientos.
- Registro de documentación entregada al paciente.
Cumplir la normativa no tiene por qué ser complejo. Con las herramientas adecuadas, puede integrarse de forma natural en tu día a día.
Respetar los derechos del paciente no es solo una obligación, es una oportunidad
Una clínica que informa, escucha y respeta los derechos del paciente no solo cumple la ley. También construye relaciones de confianza duraderas. Y eso, en un sector donde el trato marca la diferencia, es una ventaja competitiva clara.
Porque en odontología, no gana quien hace más tratamientos. Gana quien genera más confianza.